Musica

26 de abril de 2009

El peligro de la extinción de especies


En los últimos quinientos años la actividad humana ha causado la extinción de 816 especies. Sólo desde el siglo XVIII han desaparecido 103 especies, una cifra cincuenta veces superior a su ritmo natural de extinción. Según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), uno de cada diez pájaros y el 25% de los mamíferos figuran en la Lista Roja de especies amenazadas de desaparición, mientras que dos tercios de otras especies también constan bajo el epígrafe de "en peligro". La extinción de animales se ha acelerado en los últimos 200 años como consecuencia directa o indirecta del crecimiento de la población humana, el despilfarro de los recursos naturales y los cambios asociados al medio ambiente. Se trata, desafortunadamente, de un fenómeno más grave de lo previsto años atrás por los conservacionistas.



El Catalogo Nacional de Especies Amenazadas recoge que en España hay 56 especies en peligro de extinción, como los peces esturión, jarabugo, cavilat y fraile, y plantas como el zueco (una orquídea del Pirineo) y la beba canaria.
El lince ha sido reclasificado como una especie "en peligro crítico" por la UICN. Con una población que ha descendido a menos de la mitad de los 1.200 ejemplares registrados a principios de la década de los noventa, el lince ibérico está a punto de convertirse en la primera especie de gato silvestre en extinguirse en los últimos dos mil años. El lince habita en los bosques del Mediterráneo y matorrales, prefiere las matas densas para protegerse y los pastizales abiertos para la caza de conejos. Como resultado de la fragmentación de su hábitat por la agricultura y el desarrollo industrial, la población ha sido confinada a grupos dispersos en el cuadrante sudoccidental de la Península Ibérica.Para ayudar al felino, la IUCN afirma que es preciso restablecer la población de conejos que habitan en el territorio donde vive el lince. También es necesario que se implemente un programa acelerado de reproducción en cautiverio con al menos doce ejemplares.
La otra cara de la moneda la representan las aves carroñeras como el buitre negro, el alimoche y el quebrantahuesos. Hace unos años la estabulación del ganado, la escasez de animales muertos silvestres y el veneno amenazaban con extinguir a estas aves. Sin embargo, estos pájaros han remontado el vuelo. El éxito se debe a la disponibilidad de habitat adecuados para la cría y a la abundancia de alimento. La proliferación de comederos (muladares) donde se hacen aportaciones de carroña ha sido una medida decisiva para a recuperación de este tipo de aves en Castilla y León, Aragón y Navarra.

No hay comentarios: